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Los primeros análisis de la planta de Segorbe para transformar purines en fertilizantes ya están en marcha

El proyecto Relive Waste, que ejecuta en España la Fundación Global Nature (FGN) junto con LA UNIÓ de Llauradors i Ramaders y ALIA, investiga posibles soluciones para gestionar purines de la ganadería porcina intensiva. En las últimas semanas, se ha dado un nuevo paso con la puesta en marcha de la planta piloto de Segorbe (Alto Palancia) en la que se testan diversas soluciones para transformar los purines en una sustancia fertilizante (estruvita), estabilizando y recuperando los nutrientes, reduciendo la carga de nitratos y fósforo en los subproductos resultantes, y como consecuencia minimizando la contaminación por nitratos en campos y acuíferos.

Este nuevo paso se ha dado gracias a la planta piloto ubicada en Segorbe, en las instalaciones de CITA (Centro de Investigación y Tecnología Animal de la Generalitat Valenciana). El proyecto de hecho contempla la instalación de otras tres plantas más: en Italia, Bosnia-Herzegovina y Chipre, siendo el objetivo ajustar esta tecnología en diversos contextos geográficos y agrarios, para así lograr una solución aplicable a toda Europa.

La planta del CITA estuvo en marcha aproximadamente diez días durante el mes de enero. En esta primera fase de ajuste se obtuvieron varias muestras que se están caracterizando para conocer la riqueza de estruvita y la capacidad de reducir los niveles de nitrógeno y fósforo. Los primeros resultados al respecto, habiendo utilizado purines pre-tratados, demuestran que se reduce notoriamente las concentraciones de nitrógeno y fósforo, causantes principales de la contaminación de acuíferos. El objetivo, en una segunda fase, es ajustar el funcionamiento de la maquinaria para hacerlo viable en el sector. Por tanto, ajustar el proceso para obtener estruvita y/o reducir notablemente los niveles de nutrientes, pero al mismo tiempo considerando unos costes económicos del proceso y una inversión en tiempo realista.

Proyecto de economía circular

El proyecto tiene el espíritu de ser ejemplo de economía circular: se recuperan nutrientes, se evita contaminación y se evita el consumo de recursos agotables. Los purines y estiércoles son ricos en fosfatos y nitrógeno y recuperarlos es una manera de reducir un impacto ambiental a la vez que recircularlos de nuevo hacia el sector en beneficio tanto del agricultor (ahorro en fertilizante o incluso venta de fertilizante), como de la sociedad (ya que el fosfato que hoy se incluye en los abonos proviene de minas sobreexplotadas y reducir la dependencia resulta estratégico).

También en esta segunda fase, se dará a conocer la tecnología entre ganaderos y administraciones para fomentar su uso y animar a que se invierta o se apoye con políticas de la Política Agraria Común (PAC).

El proyecto tiene el espíritu de ser ejemplo de economía circular: se recuperan nutrientes, se evita contaminación y se evita el consumo de recursos agotables

Este es un proyecto europeo financiado a través del programa Interreg Med en la línea Green Growth. Se desarrolla desde principios de 2018 hasta mediados de este año.

Resultados a escala de granja

El próximo mes de mayo, la planta volverá a estar en marcha con el fin de poder utilizar otros tipos de purines (como, por ejemplo, purín sin pre-tratar) y poder obtener resultados a escala de granja. De esta segunda puesta en marcha se seleccionarán las muestras del precipitado que será utilizado para realizar el estudio agronómico. Los resultados de este test agronómico demostrarán cuál es la eficacia de este compuesto como fertilizante en diferentes tipos de cultivos.

Mientras esté en funcionamiento la planta piloto, se realizarán jornadas de puertas abiertas para poder conocer en profundidad el funcionamiento de estas instalaciones y se realizarán talleres de trabajo con ganaderos y decisores políticos.