Doce comarcas de la Comunitat Valenciana celebrarán protestas el próximo lunes contra la crisis citrícola
Un total de doce comarcas de la Comunitat Valenciana se suman a las nuevas protestas convocadas para este próximo lunes 25 de febrero por la Plataforma per la Dignitat del Llaurador. Todas serán de forma simultánea a las 19,30 horas en una localidad de cada una de esas comarcas y con ello se espera concentrar a un mayor número de personas que en las anteriores del pasado 18 de diciembre y 21 de enero celebradas en 70 poblaciones. De hecho, sobre todo en la comarca de la Plana Baixa -donde se gestó la Plataforma- hay numerosos Ayuntamientos que ponen autobuses para participar en la movilización comarcal que se realizará en Nules.
El listado de concentraciones es el siguiente:
LA PLANA – Nules- Rotonda del Llaurador
MAESTRAT- Benicarló - Ajuntament
MARINA ALTA – Pego – Plaça de l’Ajuntament
VEGA BAJA – Almoradí– Plaza Ayuntamiento
CAMP DE MORVEDRE – Sagunt – Ajuntament
L’HORTA NORD – Massamagrell – Ajuntament
CAMP DE TÚRIA – Bétera - Ajuntament
RIBERA BAIXA - Sueca – Parc de l’Estació
RIBERA ALTA – Benifaió – Plaça Major
LA SAFOR-LA VALLDIGNA – Oliva – Plaça de l’Ajuntament
LA COSTERA – Xàtiva – Ajuntament
LA VALL D’ALBAIDA – Llutxent- Cooperativa
Una de las organizaciones que forma parte de la Plataforma per la Dignitat del Llauradors, LA UNIÓ, ha calificado hoy la actual campaña citrícola como de “auténtico desastre” tanto en la primera parte como en la segunda con unos precios ruinosos y cerca de 500.000 toneladas de cítricos que se quedarán sin recolectar. Las pérdidas directas hasta la fecha para los productores ascienden ya a más de 200 millones de euros.
La organización anima a participar y señala que en la Plataforma reivindicativa se exigen una serie de medidas que pasan entre otras cosas por el establecimiento y la adopción de medidas compensatorias para los productores citrícolas y también por la suspensión de las importaciones procedentes de países terceros hasta que se revisen los acuerdos comerciales y se haga un estudio socioeconómico para ver cómo afectan a las producciones europeas y que se garanticen unas relaciones comerciales equitativas, con una garantía absoluta para la sanidad vegetal de los cultivos en la Unión Europea y una reciprocidad de las mismas exigencias que tienen las producciones de la UE, tanto desde el punto de vista del uso de productos fitosanitarios como de requisitos de seguridad alimentaria de los consumidores y obligaciones laborales, medioambientales y protocolos comerciales.