Ayudas a la sequía
* Patricio Simó.
El Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura ha aprobado un paquete de ayudas por valor de 6 millones de euros para paliar los efectos de la sequía, procedentes de la liquidación de las entrega a cuenta del Estado a las comunidades autónomas de 2022. En total se beneficiarán 6.000 titulares de explotación de viñedos que percibirán entre 90 y 110 euros por hectárea hasta un máximo de 8.000 euros por explotación. En Extremadura, el sector vinícola cuenta con más de 60.000 hectáreas y da empleo a más de 22.000 personas.
En la Comunitat Valenciana, con una superficie de cultivo de viñedo algo superior en torno a las 63.500 hectáreas, aunque se ha reducido significativamente en los últimos años, y con un gobierno de igual signo formado por PP y Vox, no se ha anunciado hasta el momento ninguna contrapartida económica que ayude a los agricultores valencianos a paliar los efectos de la sequía que en esta zona en concreto está siendo especialmente grave por la falta de lluvias que está provocando, que en algunas zonas como la Rambla de Fontanars dels Alforins, los viñedos estén comenzando a secarse.
Ya no es solo la merma de la cosecha que se va a producir esta campaña que va a ser importante es que las plantas pueden llegar a secarse. Asociaciones agrarias como La Unió han solicitado a las administraciones autonómicas ayuda urgente por valor de 4 millones de euros ante la situación de sequía grave que padece la Comunidad Valenciana. Los productores de cereal, cuya superficie de cultivo se ha reducido un 50% se enfrentan a pérdidas millonarias esta campaña que se suma también a las anteriores que ya registraba importantes mermas por falta de precipitaciones donde muchos campos dejaron de segarse.
También la ganadería se ha visto seriamente afectada por la falta de lluvias , especialmente en las comarcas de Castellón, donde la falta de precipitaciones y el excesivo calor han agotado las reservas de agua en las balsas, obligando a los ganaderos a recurrir a las cisternas para abastecer a los animales, tal como ha denunciado La Unió. La falta de pastos encarece aun más los costes de producción, ya que los ganaderos se ven obligados a comprar piensos y forrajes para alimentar el ganado.
