Nadie quiere la cebolla española
* Patricio Simó.
La imagen se repite en muchos lugares de España. Estamos en plena temporada de cebollas. Esta vez ha sido en la Sierra de Yeguas en la comarca de Antequera, donde un agricultor subido a su tractor, aparece picando y arando un campo de cebollas de su propiedad porque no encuentra comprador para sus productos debido al exceso de producción que entra de terceros países, como Senegal.
Esta familia en concreto se decidió a plantar cebollas porque esta campaña no se habían vendido muchas semillas. Si el mercado está sobresaturado de oferta, los precios bajan. Cebollas de una enorme calidad que cumplen con todos los requisitos fitosanitarios que son descartadas por la industria. España ha sido un país eminentemente exportador de cebolla, exportando a la UE, su principal destinatario, el 90% de su producción.
Ahora muchas cebollas se quedan en los campos sin ser recolectadas o almacenadas en cajones a la espera de un comprador, que nunca llega. El agricultor percibe entre 8 y 23 céntimos de euros el kilo mientras que en los lineales de los supermercados ronda los 3 euros el kilo.
La diferencia entre el precio de origen y el precio de venta llega a porcentajes exponenciales en algunos productos mientras que los agricultores en muchos casos no llegan a cubrir sus costes de producción. Una situación que se ha agravado como consecuencia de la sequía.
