Pasar al contenido principal

LA UNIÓ comienza el 7 de febrero en Port Castelló su calendario de protestas para que los puertos valencianos eliminen las bonificaciones de las tasas a los cítricos importados

La Unió Llauradora realizará una primera acción de protesta el próximo 7 de febrero en las instalaciones de acceso a Port Castelló para reclamar la supresión de la bonificación de las tasas portuarias a los cítricos importados de terceros países y no descarta extenderla a otros puertos de la Comunitat Valenciana.

Precisamente, la movilización de LA UNIÓ coincide con la llegada esa misma semana al recinto portuario castellonense, dentro del programa de importaciones de cítricos de Egipto, de barcos cargados con naranjas procedentes de ese país, en plena campaña de recolección de la cosecha en la Comunitat Valenciana. La organización denuncia que gran parte de las importaciones de naranjas de Egipto entran por puertos valencianos y posteriormente son manipuladas y reexpedidas por parte de empresas comercializadoras citrícolas ubicadas en la Comunitat Valenciana. Hay que señalar que los puertos de Castelló y València -integra también al de Gandia y Port de Sagunt- bonifican las tasas portuarias de cítricos importados de terceros países con un 40% y un 30%, respectivamente.

Hoy, una representación de LA UNIÓ, encabezada por el secretario general Carles Peris y el secretario técnico, Joanma Mesado, se ha reunido en Port Castelló a instancias de su presidente, Rubén Ibáñez. La reunión ha sido cordial, aunque no existe un compromiso firme por parte de la autoridad portuaria castellonense para eliminar las bonificaciones de las tasas portuarias a los cítricos de terceros países, “al menos en un escenario próximo y se estudiaría para el plan empresarial de Port Castelló de 2025”, señala LA UNIÓ. Tanto Carles Peris como Rubén Ibáñez han coincidido en reclamar al Gobierno de España un refuerzo de los puestos de inspección fronterizos (PIF) para evitar la entrada de plagas.

Cabe señalar en este sentido que LA UNIÓ ya remitió un escrito hace algunas semanas a las respectivas presidencias y Consejos de Administración de los puertos de Castelló y València, donde expresaba “su inquietud y preocupación por esas bonificaciones, especialmente cuando provienen de países con presencia de plagas y enfermedades de cuarentena no presentes en la Unión Europea que podrían ser letales en caso de entrada para los cítricos valencianos y españoles”. Ahora, a través de su organización estatal Unión de Uniones, va a trasladar al organismo Puertos del Estado esa misma exigencia de retirar las bonificaciones a los cítricos importados.

Egipto por ejemplo tiene la presencia del hongo Phyllosticta citricarpa, detectado en puertos de la Unión Europea el pasado mes de julio. Además, Egipto ha tenido en 2023 un total de 81 alertas sanitarias, mientras que en 2022 tuvo 42 y, específicamente en el caso de cítricos, en 2023 ha tenido 32 alertas, frente a las 17 que tuvo en 2022. Estos datos revelan la necesidad de extremar las precauciones para evitar la entrada de plagas que podrían tener consecuencias devastadoras para nuestras plantaciones. Otro caso preocupante es el de Sudáfrica, que además del hongo Phyllosticta citricarpa, tiene la presencia de la falsa polilla Thaumatotibia leucotreta. Hasta noviembre de 2023, la Unión Europea registró 56 intercepciones de este país con la presencia de alguna plaga, mientras que en 2022 tuvo 33 intercepciones.

Paralelamente a estas acciones, LA UNIÓ envió un escrito al ministro de Agricultura, Luis Planas, donde trasladaba su preocupación por el incremento significativo de las importaciones de cítricos, principalmente naranjas, procedentes de Egipto y le instaba a “incrementar los controles e inspecciones en los puertos españoles”. También trasladó otra carta al conseller de Agricultura, José Luis Aguirre, demandando un incremento de las inspecciones y controles en los almacenes de las empresas citrícolas importadoras de la Comunitat Valenciana para evitar, por un lado, la presencia en estos cítricos importados de cualquier plaga o enfermedad y, por otro, para evitar el reenvío con una etiqueta de procedencia de la fruta que no se corresponda con la realidad.