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Fenacore insta a rebajar las exigencias europeas para impulsar la modernización de regadíos

Fenacore insta a rebajar las exigencias europeas para impulsar la modernización de regadíos y la competitividad del sector en un mercado global

Advertencia de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore): Las revisiones de la ley ambiental incrementarán los costes de producción, agravando la crisis del sector agrícola. Preocupaciones legislativas: Los anexos de la Ley de Evaluación Ambiental retrasan proyectos cruciales de modernización, poniendo en riesgo el objetivo de reducir un 10% el consumo de agua.

El corazón del problema: Ley Ambiental vs. Progreso Agrícola

Desde el centro de Madrid, la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore), que representa a más de 700.000 agricultores, expresa una preocupación crítica: las recientes modificaciones a la Ley de Evaluación Ambiental están configuradas para obstaculizar la tan necesaria modernización de los sistemas de riego. Este ajuste legislativo no solo amenaza con elevar los costos de producción, sino que también intensifica la crisis en curso que azota al campo.

El análisis de Fenacore señala los anexos de la ley, criticando especialmente la exigencia de una Evaluación Ambiental Ordinaria para trabajos de modernización del riego, mientras que los proyectos de demolición de presas bajo los 10 hectómetros cúbicos evaden incluso una Evaluación de Impacto Ambiental Simplificada.

Fenacore reclama pragmatismo: Reducir las exigencias europeas

Más allá de las objeciones técnicas, el llamado de Fenacore resuena con un clamor más amplio entre los agricultores por una reducción en los rigurosos estándares ambientales europeos. Estos estándares, aunque aparentemente dirigidos a la sostenibilidad, inflan inadvertidamente los costos asociados con la modernización del riego y la producción de alimentos, dificultando así la competitividad en un mercado globalizado.

Obstáculos burocráticos y accesibilidad a las ayudas

Fenacore subraya la imperiosa necesidad de reducir los costos de producción, abogando por una desviación de los excesivos ecoesquemas en la modernización del riego. La federación argumenta a favor de un proceso de evaluación ambiental más ágil y simplificado, que actualmente equipara los proyectos de modernización con la práctica más invasiva de convertir tierras de secano en regadío.

Encontrar un equilibrio: Sostenibilidad ambiental y económica

Fenacore reitera la importancia de mantener un equilibrio entre la protección ambiental y la viabilidad económica, un sentimiento que eco en los agricultores movilizados. A pesar del compromiso de larga data con el cuidado ambiental, la federación denuncia lo que ve como un trato injusto bajo la Ley de Evaluación Ambiental, instando a enmiendas que eximirían los trabajos de modernización de evaluaciones rigurosas a menos que se realicen en áreas ecológicamente sensibles.

Las consecuencias graves de la inacción

Sin ajustes legislativos oportunos, Fenacore advierte que se pondrá en peligro no solo el ambicioso objetivo de reducir el consumo de agua en un 10%, sino también la planificada inversión de 2.400 millones de euros en modernización prevista hasta 2027. Esta inversión, considerada una prioridad estratégica por el Ministro de Agricultura, Luis Planas, es crucial para mejorar la sostenibilidad y eficiencia de la producción agroalimentaria de España.

Una preocupación social: Los impactos más amplios de la crisis agrícola

Juan Valero de Palma, presidente de Fenacore, subraya el alcance social de la crisis agrícola, afectando no solo a los agricultores sino a toda la población a través del incremento de los costos de la cesta de la compra. La situación exige soluciones transversales que competen a varios ministerios, no solo al de Agricultura, extendiéndose al Ministerio para la Transición Ecológica.

Un llamamiento a la unificación de la reforma legislativa

La postura de Fenacore es clara: para mantener el liderazgo de Europa en riego sostenible y asegurar la competitividad del sector agrícola, son necesarias reformas legislativas urgentes. Estas reformas no solo facilitarán los esfuerzos de modernización, reduciendo el uso de agua y energía, sino que también aliviarán los costos de producción, haciendo la vida más asequible para todos.