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ASAJA Alicante acuerda crear una Mesa de los Cítricos ante la grave crisis de los productores

ASAJA Alicante ha decidido crear una Mesa de Cítricos dividida en grupos de trabajo diferenciados de limón, naranja y mandarina, tras una reunión sectorial celebrada en Orihuela ante la grave crisis que sufren los productores y que provoca arranque de árboles y pérdidas millonarias. La Mesa va a diseñar una estrategia de actuación clara donde se contemplen todas las acciones y reivindicaciones,  medidas de protesta y en la que también se pondrá en valor la marca España, como garante que es de la seguridad alimentaria de los consumidores. 

 

 

Los citricultores alicantinos de ASAJA coinciden en que la situación es confluencia de varios factores. Entre ellos, destaca el aumento de la cosecha actual, que han estimado que es un 22,9% superior a la pasada, al alcanzarse las 764.013 toneladas en Alicante y las 3.894.543 en el conjunto de la Comunidad Valenciana. Aún así, aseguran que son volúmenes “normales”, por lo que hay otros factores que han incidido de manera negativa en la campaña, como las temperaturas, que han sido elevadas y no han animado el consumo; la demanda europea, que ha sido especialmente baja, debido también a que las producciones alicantinas se han visto solapadas por las que proceden de Sudáfrica y terceros países. 

En esta reunión, se han destacado tres puntos clave a la hora de explicar la grave crisis citrícola:

En primer lugar la falta de organización del sector. Los participantes en la reunión destacaron que debe realizarse un esfuerzo para concentrar la oferta y poner ayudas para un plan de reestructuración y reconversión varietal.

También los acuerdos comerciales con terceros países. La libre entrada de productos genera una inestabilidad de las campañas permanente. Estos convenios están generando un daño comercial sin precedentes y en el caso concreto de Sudáfrica provoca que nuestras mercancías se vean solapadas durante un mínimo de cuatro meses, que además se produce a comienzos de la campaña, lo que induce índices de precios a la baja desde el principio.

Entre estos acuerdos que más perjudican están los de Mercosur, Sudáfrica, Egipto, Nueva Zelanda, Australia, Indonesia, Filipinas, Tailandia, Marruecos,… “No queda casi ninguno más que vendernos… ¿para eso queremos una Unión Europea?”, plantea el presidente de ASAJA Alicante, Eladio Aniorte. Aniorte explica que “la entrada masiva de productos foráneos provoca que las exportaciones de nuestros limones, naranjas y clementinas no puedan crecer. Estamos perdiendo el mercado europeo”. 

Destacan también las importaciones de Egipto, gran productor del Arco Mediterráneo cuyo mercado es Europa.  Sudáfrica, por ejemplo, ha plantado 10 millones de  árboles en los 6 últimos años. “¿Qué ocurrirá cuando las nuevas plantaciones entren en plena producción? Nos hundimos. O nos tomamos en serio que Europa tiene que cambiar su política en relación a los acuerdos de libre comercio con terceros países o desaparecenn los cítricos en España”, lamenta Aniorte.

Finalmente, también resaltaron que urge que la Unión Europea aplique un principio de reciprocidad. Ante esta situación sin precedentes, la Unión Europea debe aumentar el control en las aduanas y evitar la entrada de productos que no cumplan con las mismas exigencias en el uso de fitosanitarios. Debe vigilar las principales puertas de entrada a nuestro continente, como son Roterdam y Marsella, en defensa también de la salud de los consumidores, ya que en otros países se utilizan productos fitosanitarios prohibidos hace décadas en nuestro continente por ser cancerígenos.

También debe velarse por que las condiciones laborales que se aplican en los países competidores sean las mismas. Los agricultores europeos cumplen con exigencias para respetar el medio ambiente y garantizar la seguridad alimentaria de los consumidores que eleva los costes de producción. Lo mismo sucede con los gastos derivados de la mano de obra. Si no se imponen las mismas condiciones, sufrimos una competencia desleal y un dumping social insoportable. 

ASAJA Alicante va a denunciar permanentemente el riesgo fitosanitario que conlleva la libre entrada de productos que permite y potencia la Unión Europea, el grave impacto que tiene su política en el funcionamiento del mercado y el impacto negativo que provoca sobre la economía alicantina, así como la distorsión en el funcionamiento del mercado.