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¿Cómo queda ahora el trasvase Tajo-Segura?

El Consejo de Ministros de ayer, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), ha aprobado los Planes Hidrológicos de Tercer Ciclo, un documento que define las líneas de actuación para gestionar los recursos hídricos en España desde ahora hasta el año 2027.

El resumen es que se recorta el trasvase del Tajo al Segura y se apuesta fundamentalmente como solución por el agua desalada a un precio más barato que el actual que se sitúa en 0,34 €/hm3.

En el Plan Hidrológico del Tajo, que afecta a la cuenca del Segura, se incorporan como novedad los caudales ecológicos "graduales", lo que supondrá un recorte en las aportaciones al trasvase al Segura.  El Ministerio reitera que en el peor escenario posible marcado por el cambio climático, el Tajo solo podrá trasvasar entre 70 hm3 y 110 hm3 al año para todos los usos y el consumo humano de boca tiene prioridad.

El aumento del caudal ecológico del Tajo será gradual a su paso por Aranjuez iniciando con 7 metros cúbicos por segundo en 2023, llegando a 8 en 2026 y terminando en 2027 con 8,65.

Para compensar el recorte del trasvase en los territorios receptores de la Comunitat Valenciana, Murcia y Andalucía, el Ministerio de Transición Ecológica propone sobre todo un plan de obras en infraestructuras de desalación, con subvenciones en el precio para los regantes, y depuración que aporten nuevas cantidades de agua. La propia ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, hablaba ayer en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de 140 hm3.

El dictamen del Consejo de Estado del pasado jueves no cuestionaba la legalidad del plan hidrológico del Tajo, pero incluía una serie de consideraciones como la de mejorar la coordinación entre las cuencas del Tajo y Segura y también cuestionó la falta de trasparencia en la votación del Consejo Nacional del Agua que debatió la disposición adicional, finalmente excluida pese al pacto que la Generalitat Valenciana aseguraba tener con el Gobierno central.

Teresa Ribera dijo que finalmente se habían contemplado estas observaciones y que había incluido en la nueva norma algunos cambios sin que ello suponga una modificación de los caudales mínimos que permanecerán inamovibles.

Se refería al nivel de cumplimiento del plan de inversiones compensatorio que se ejecutará conforme se vayan elevando los volúmenes ecológicos. El nuevo texto parece hablar de "su impacto en la consecución del objetivo de satisfacer adecuadamente las necesidades de la cuenca del Segura y de la mitigación del desequilibrio existente entre demanda y aportaciones naturales, expuesto en el Plan Hidrológico de la demarcación hidrográfica del Segura”, lo que desde la el Gobierno valenciano se interpreta como un cambio para pedir una  revisión de caudales a partir de 2025 o 2026.

¿Qué hará a partir de ahora la Generalitat Valenciana?

Desde Presidencia de la Generalitat ven esas modificaciones con una satisfacción moderada y un halo de esperanza para el futuro, queriendo evitar la guerra dentro del PSOE a pocos meses de las elecciones autonómicas y municipales. Pero la socia de gobierno y consellera de Agricultura, Isaura Navarro, de Compromís, ya ha puesto deberes al Ejecutivo de Pedro Sánchez.

"Vemos una mejora en el texto pero vamos a seguir reclamando el texto de la disposición adicional novena -revisión vinculante- que se llevó al Consejo Nacional del Agua porque es necesario que haya un estudio técnico correcto para fijar los caudales ecológicos. Nos parece importante que se garanticen las inversiones y la mejora del agua residual depurada. Pero sobre todo nos tienen que garantizar que llegue agua suficiente para el sur de Alicante", señala Navarro.