¿Qué pasa con la almendra?

* Patricio Simó.

La campaña de la almendra ha sido en general muy mala, por no decir pésima. Solo en la Comunitat Valenciana se espera un recorte en la producción del 70%, según la Unió de Llauradors. Las heladas de la primavera y la posterior sequía con temperaturas anormalmente altas han sido la puntilla a un cultivo en clara expansión a nivel nacional.

Tampoco en California, principal productor mundial, se espera una buena cosecha debido a las heladas de marzo. Las previsiones son que la cosecha caiga un 11% respecto a la campaña pasada. Normalmente es California quien marca los precios a nivel mundial. Una industria que factura más de 6.000 millones de dólares anuales y que produce 1.300 millones de kilos de almendras. Más de 640.000 hectáreas dedicadas al cultivo del almendro. Todas ellas en regadío.

En primero de economía nos enseñaron que si cae la oferta, los precios suben. La consabida ley de la oferta y la demanda no se cumple, al menos, en el caso de la almendra, cuyos precios siguen a la baja. Apenas hay operaciones en los mercados y en muchas lonjas no se fijan cotizaciones a la espera de ver qué pasa. Lo lógico en una situación así es que la almendra se pagara a precio de oro debido a la escasa oferta en el mercado y al ser un producto con alta demanda.

Mientras tanto, los agricultores tienen que hacer frente a unos elevados costes de producción que no dejan de subir. Muchos de estos agricultores han hecho cuantiosas inversiones en sus campos para hacer rentables sus cultivos. Y este retorno de la inversión es cada vez más incierto. Solo la almendra ecológica escapa a esta espiral de bajos precios. Desde las asociaciones agrarias señalan que se están dando movimientos especulativos para hacer caer el precio de la almendra.