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La Confederación Hidrográfica del Júcar sigue avanzando en las actuaciones de restauración y protección ante inundaciones en el río Clariano

La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), O.A.  continúa avanzando en el proyecto de restauración del río Clariano entre el  Pont Vell y el Pont Nou, en Ontinyent. La actuación, iniciada en el mes de  septiembre del año pasado, forma parte del segundo ciclo del Plan de Gestión  del Riesgo de Inundación (PGRI) y tiene el objetivo de mejorar el estado y la  capacidad hidráulica del cauce. El presupuesto de los trabajos supera el medio  millón de euros y tiene un plazo de ejecución de 42 meses. 

Se trata de un proyecto que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de  Ontinyent, un acuerdo plasmado en un protocolo de enero de 2024 y cuyo  convenio fue publicado recientemente en el Boletín Oficial del Estado (BOE), el pasado 26 de junio. Tal y como se indica en el documento convenido, la CHJ  se compromete a la cesión gratuita al Consistorio de la pasarela peatonal  inundable que próximamente se construirá sobre el río Clariano. Por su parte,  el Ayuntamiento de Ontinyent pone a disposición de la Confederación los  terrenos necesarios para llevar a cabo el proyecto y también se compromete  al mantenimiento periódico del espacio fluvial restaurado, es decir, a su  limpieza, renovación y conservación, una vez finalicen las obras y se proceda  a su cesión. 

Cabe recordar que la actuación de restauración abarca una superficie que  ronda los 30.000 metros cuadrados, equivalente a una longitud fluvial de 575  metros y cuenta con un presupuesto que supera el medio millón de euros. Por  el momento, los trabajos avanzan según lo previsto y algunas labores, como  la eliminación de especies exóticas invasoras de ribera o la demolición parcial del barrio de Cantarería, ya son visibles en el tramo urbano del cauce a su  paso por Ontinyent. Todavía quedan pendientes otros trabajos, como la  construcción de la pasarela que permitirá la conexión entre ambas márgenes:  el parque de la Paduana y el futuro parque inundable de la Cantarería Baja. 

Vial mixto en la margen izquierda 

Los primeros trabajos realizados en la zona se centraron en la demolición de  varios elementos existentes dentro del dominio público hidráulico. De esta  manera, el Organismo procedió a la demolición del firme viario y los servicios  de alcantarillado de parte de la calle Cantarería, así como a la eliminación de  un pequeño muro de 240 metros de longitud que separaba el río de la  carretera. Por su parte, el Ayuntamiento optó por la adquisición de las  viviendas de la zona que se veían afectadas por la crecida del río Clariano en  épocas de grandes precipitaciones, para demolerlas y habilitar así una llanura  de inundación. 

La actuación proyectada, y prácticamente ejecutada en su totalidad, permite  mejorar la integración de los viales existentes con el cauce, que serán de uso  mixto (peatonal y rodado solo para residentes) y con un firme adoquinado, con  el objetivo de disminuir el riesgo de encharcamiento y favorecer el flujo del  cauce en caso de avenidas. Además, está prevista la ejecución de un talud  lateral, con material procedente del propio cauce, destinado a reducir el riesgo  de caídas a distinto nivel tanto de vehículos como de peatones. 

Por otra parte, en la margen derecha del cauce continúan los trabajos de  adecuación del terreno para crear un sendero peatonal que seguirá el trazado  del actual colector por el camino del Molí Descalç, y que formará parte del  futuro parque inundable del río Clariano. 

Trabajos forestales y medioambientales  

Las primeras labores realizadas en el proyecto de restauración objeto del  convenio consistieron en la adecuación y despeje del cauce, con la retirada de  escombros y vegetación muerta, así como la eliminación de las especies  exóticas invasoras de ribera, en su mayoría caña común (Arundo donax) y  ailanto (Ailanthus altissima). Actualmente, varias zonas del cauce cuentan con  la presencia de las características coberturas negras de geotextil que permitirán agotar el rizoma de las plantas y que deben permanecer en el  terreno alrededor de 18 meses. Transcurrido ese tiempo, se procederá a la  plantación de especies autóctonas de ribera que facilitarán la recuperación del  ecosistema original del río y, además, supondrán la mejora de la estabilidad  de las márgenes del cauce. 

De esta forma, se distinguen dos únicas zonas de plantación: zona de ribera,  donde se plantarán especies autóctonas arborescentes típicas de este tipo de  bosques como adelfa, durillo, sauce, majuelo y taray; y zona de orilla, más  próxima al cauce de aguas bajas, donde se plantarán especies hidrófitas, que  podrán estar en contacto constante con la lámina de agua.