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La caída en el uso de fertilizantes disminuye, pero la agricultura de precisión ofrece posibilidades para mayores reducciones

La Comisión Europea publicó ayer, 1 de julio, un informe de mercado sobre fertilizantes, enfocado en el impacto económico y ambiental de los mismos.

El documento encontró que su uso en la UE se ha estabilizado en los últimos años. Sin embargo, la adopción de tecnologías de agricultura de precisión ofrece un potencial para un uso más eficiente.

Los beneficios económicos de una aplicación más eficiente de los fertilizantes son claros. El nivel de precios de los abonos puede tener un impacto significativo en los agricultores, ya que representan un promedio del 10% de los costos generales. Además, el costo del fertilizante nitrogenado depende en gran medida del precio del gas natural, ya que representa del 60% al 80% de los costos de producción. Para el sector agrícola, esto aumenta su exposición a los precios mundiales volátiles de la energía.

En términos de tasas de uso, el uso de fertilizantes se redujo sustancialmente durante los años 90 y 2000 debido a las reformas de la política agrícola común orientadas al mercado. Esta disminución ha comenzado a estabilizarse, señala el informe. Esta nivelación se debe principalmente a un ligero aumento en el uso entre los estados miembros que más recientemente se unieron a la UE (UE-N13: Bulgaria, Croacia, Chipre, República Checa, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, Rumania). , Eslovaquia y Eslovenia), contrarrestado la progresión a la baja de los otros 15 estados miemberos.

A pesar de que el 90% de los fertilizantes utilizados en la UE se producen en el país, la Unión Europea sigue siendo un importador neto. La mayoría de los suministros provienen del norte de África, Rusia y los Estados Unidos. Los fertilizantes de fosfato se importan a la UE desde Marruecos y Rusia, y los productos a base de potasa provienen principalmente de Rusia y Bielorrusia.

El impacto ambiental del uso de fertilizantes es mixto. Cuando se usa apropiadamente, su uso puede aumentar la producción de biomasa, ayudar a capturar más dióxido de carbono, al mismo tiempo que aumenta los rendimientos. Este aumento de los rendimientos también reduce la presión sobre la tierra al permitir que se produzcan más alimentos en un área más pequeña, lo que a su vez reduce las emisiones. No obstante, el uso excesivo de fertilizantes puede tener impactos negativos. Esto puede provocar fugas de nitrógeno en los cursos de agua y perturbar el equilibrio de los ecosistemas circundantes.