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El Polígono Alcodar en Gandía impulsa la mayor comunidad energética industrial de España

La Asociación de Empresarios de la Safor (AES) y la Federación de Asociaciones de Empresarios de La Safor (FAES) han constituido la Comunidad Energética Polígono Alcodar (Gandía), una de las primeras iniciativas de España para implantar este modelo de autoconsumo colectivo de energías renovables en un área industrial. El objetivo de las entidades promotoras es diseñar una estrategia global para el conjunto del polígono, que engloba a más de 200 empresas, con la participación de todas aquellas que lo deseen. En conjunto, se contempla alcanzar una potencia instalada de 8,8 MWp, lo que supone el mayor proyecto de estas características actualmente en desarrollo en España.

Para ello, cuentan con la participación de Sapiens Energía, cooperativa valenciana experta en la creación y gestión de Comunidades Energéticas, que se encargará del asesoramiento, el diseño de la estrategia y el acompañamiento para la implementación del proyecto.  

Las empresas del área industrial que se sumen a la comunidad energética pueden conseguir recortes de entre el 20% y el 30% en su factura anual. El ahorro conjunto previsto supera los dos millones de euros al año.

El proyecto se ejecutará en varias fases. En la primera, ya en tramitación, se instalarán 152 paneles solares sobre la cubierta de la empresa Turmetal, con 61,6 kWp de potencia instalada. Además de Turmetal, forman parte ya de la Comunidad Energética Grupo Peisa y Basor Electric, y varias compañías están en proceso de adhesión.

Además de los positivos impactos en términos económicos, en un contexto de subida de precios en el mercado eléctrico y creciente presión sobre las cuentas de resultados de las empresas -la mayoría de ellas, intensivas en consumo de energía-, el desarrollo de la Comunidad Energética permitirá al Polígono Alcodar y a sus industrias ser referentes en transición energética y sostenibilidad. El proyecto completo supondrá evitar la emisión de 10.000 toneladas de CO2 a la atmósfera -cantidad equivalente a plantar 15.000 árboles-, facilitando el cumplimiento de los compromisos globales en materia de cambio climático.

En el proyecto de Comunidad Energética se contempla la prestación de servicios adicionales, como puntos de carga de vehículos eléctricos, flexibilidad de acceso a la red eléctrica, a través del almacenamiento de energía, y la generación de otro tipo de sinergias entre las empresas participantes.

Construyendo una “comarca energéticamente sostenible”

“Desde AES y FAES hemos impulsado la primera Comunidad Energética Industrial en el Polígono Alcodar, creando así, el primer proyecto de estas características en la Comarca de la Safor y con la visión de poder extrapolar este modelo a las otras zonas industriales existentes. De esta forma, se quiere conseguir una comarca energéticamente sostenible, utilizando los abundantes recursos de energía solar que tenemos en nuestro territorio. Siguiendo la Agenda 2030, con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y siendo las empresas uno de los mayores consumidores de energía, mediante esta transición ecológica a energías limpias, imperiosamente necesaria, entre todos podremos aportar nuestro granito de arena para crear un mundo mejor. Es todo un reto y a la vez una gran oportunidad para todas las empresas, tanto asociadas como no asociadas a AES y FAES, ya que esta iniciativa es un proyecto inclusivo, abierto a cualquier empresa del polígono”, subraya Juan Pablo Tur, presidente de ambas organizaciones empresariales.

“Tenemos que agradecer tanto a Rebeca Torró, Secretaria Autonómica de Economía Sostenible, como a Júlia Company, directora general del IVACE (Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial), y Empar Martínez, directora general de Industria, su implicación y ayuda para que este importante proyecto pueda ser una realidad”, destaca Tur.

Yamila Tuler, directora Financiera de Turmetal, detalla que, para esta compañía, “es toda una satisfacción ser uno de los fundadores de la Comunidad Energética, junto con Grupo Peisa y Basor Electric, y que las primeras placas se instalen en nuestra cubierta. Dentro de nuestra política de Responsabilidad Social Corporativa, y cumpliendo con el ODS 7, una de nuestras líneas estratégicas, es la necesaria transición hacia la descarbonización energética en nuestra actividad, reduciendo las emisiones de CO2 a la atmósfera en nuestro entorno más próximo”.

Retornos directos para las empresas y para su entorno

La Comunidad de Energías Renovables (CER) está reconocida en las agendas globales y en la normativa europea como figura clave en la transición energética. Los miembros de las CEL se convierten, al mismo tiempo, en productores, gestores y usuarios de energía limpia y más económica, mediante instalaciones de autoconsumo colectivo de proximidad de su propiedad, que, a su vez, generan impactos positivos en su entorno social y medioambiental.

“En el caso de los proyectos en áreas empresariales, los integrantes de la comunidad energética consiguen una mayor independencia frente a las presiones y la inestabilidad en el mercado eléctrico regulado; la posibilidad de participación directa y poder de gestión en la producción de energía; reducción de costes y liberación de recursos, que pueden ser destinados a proyectos de innovación y desarrollo de negocio, generando más actividad y empleo, y mejoras en la reputación como empresa responsable, eficiente y sostenible. Las placas solares tienen una vida útil superior a 25 años y generan impactos positivos desde el primer día”, detalla Juan Sacri, presidente de Sapiens Energía.

La Comunitat Valenciana ha apostado por ser líder en la implantación de esta fórmula de autoconsumo colectivo, con el 'Plan de Fomento de las Comunidades Energéticas Locales', diseñado por la Conselleria de Economía Sostenible, que tiene como objetivo que todos los municipios de la región (542) cuenten con, al menos, una en 2030. En esta línea están trabajando, también, la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica y la Conselleria de Vivienda y Arquitectura Bioclimática. Existen ya diferentes líneas de ayuda -como la puesta en marcha por el IVACE-, que se complementarán con otras acciones, a corto, medio y largo plazo.