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El nuevo Salario Mínimo Interprofesional no gusta en el campo valenciano

El nuevo Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de 950 euros; pactado por Gobierno, sindicatos y patronal, no ha caído demasiado bien en el campo valenciano. Hace unos días fue FEPAC-ASAJA quien dijo que era inasumible y hoy LA UNIÓ de Llauradors señala que la renta media de agricultores y ganaderos valencianos es mucho más baja que el SMI aprobado.

FEPAC Castellón denuncia una especial afección de esta subida en el campo y la ganadería provincial, que ya padece una crisis de rentabilidad debido fundamentalmente a los elevados costes de producción y a los bajos precios en origen. En este sentido su presidente José Vicente Guinot, ha explicado que “en menos de un año el Salario Mínimo Interprofesional se ha aumentado en casi un 30 por ciento. Muchos agricultores y ganaderos de nuestra provincia no pueden asumir esta subida, teniendo en cuenta la grave crisis de rentabilidad que estamos padeciendo. Al subir el SMI, se vuelven a incrementar los costes de producción de centenares de agricultores y ganaderos castellonenses que se ven con serias dificultades para seguir con su actividad en nuestro campo”.

Por ello considera que el aumento es inasumible por sí mismo y más aún si se tiene en cuenta lo que implica en términos de costes laborales totales. Y es que a esta nueva subida del SMI  hay que añadirle el importante crecimiento encadenado de las cotizaciones a la Seguridad Social (cuota empresarial) de dos años consecutivos. Las PYMES agrarias, generadoras de riqueza y de empleo en nuestra provincia, no podrán asumir este nuevo incremento máxime cuando no pueden repercutir sobre los precios de los productos el aumento de costes (por la dura competencia existente con productos de terceros países….), algo que pone en riesgo no solo la rentabilidad de las explotaciones, sino incluso su propia supervivencia. En ese sentido, Guinot pide al Gobierno mecanismos internos de apoyo, sea en forma de bonificaciones en las cuotas de Seguridad Social o de incentivos fiscales ligados al empleo agrario, para contrarrestar esta nueva subida”.

Un 27% más baja la renta que el SMI

LA UNIÓ destaca que los rendimientos agrarios medios declarados por los profesionales del sector -aquellos cuyas rentas agrarias superan el 75% de sus rentas totales- son en la Comunitat Valenciana de 9.731 € de media durante los últimos cuatro años disponibles, por lo que se situarían un 27% por debajo del salario mínimo interprofesional de 13.300 euros brutos anuales establecido para 2020.

Así, los rendimientos agrarios de los profesionales de la Comunitat Valenciana no sólo no alcanzan el SMI acordado, sino que no llegan el salario mínimo de 2020 ni teniendo en cuenta los rendimientos agrarios declarados y las rentas procedentes de otras actividades. En este sentido, LA UNIÓ, a través de su organización estatal Unión de Uniones, exigirá al nuevo Gobierno la implementación de medidas efectivas que garanticen unas rentas dignas a todos los agricultores y ganaderos profesionales en el ámbito estatal.

“Resulta realmente complicado pagar salarios mínimos a los que tienen ingresos inferiores al mismo, como ocurre en este sector”, afirman desde la organización. “ Hay que tener en cuenta, además, que esos costes en la inmensa mayoría de los casos no se pueden trasladar al siguiente escalón de la cadena, ya que ni hay precios mínimos para los productos agrarios que garanticen al menos los costes de producción ni existe suficiente rentabilidad en determinados sectores productivos para asumirlos”, añaden.

Asimismo, LA UNIÓ califica de llamativo que la patronal y los sindicatos acuerden con el Gobierno la nueva subida del nivel del Salario Mínimo Interprofesional, y que sus filiales en el campo, ASAJA (CEOE) y UPA (UGT), se muestren críticas con las consecuencias de su aplicación hasta el punto de calificarlo de inasumible, ya que no se puede promover una cosa y estar en contra de sus consecuencias a la vez.

Para que se pueda materializar esta propuesta de subida de SMI planteada los precios que perciben los agricultores y ganaderos deberían ser mucho más altos para lograr rentabilidad. LA UNIÓ reclamará una revisión fiscal del sistema de módulos que contemple tanto la subida actual del SMI como la actualización automática cuando se produzcan las previstas para los próximos años, con el objetivo de que se tengan en cuenta unos márgenes reales para cada actividad agraria y ganadera y se aplique una fiscalidad justa para el sector.