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Sequía, importaciones y el descenso del 15% en los precios arruinan a los apicultores valencianos

Los apicultores de la Comunitat Valenciana viven un 2024 no precisamente dulce como la miel. El descenso de producción como consecuencia de la sequía y la bajada de un 15% de los precios en origen de la miel durante el último año, a causa, principalmente, de la entrada masiva de importaciones de países terceros que saturan el mercado comunitario en condiciones de competencia desleal, están poniendo en riesgo la subsistencia de miles de familias que se dedican a una actividad apícola fundamental para la polinización y la biodiversidad.

La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) lanza una serie de reivindicaciones, tanto a las administraciones como a las cadenas de distribución, para tratar de aliviar la crítica situación de los apicultores. Por un lado, reitera a la Unión Europea que deje de firmar acuerdos comerciales con países terceros que fomentan la llegada de importaciones a un precio muy por debajo de los costes de producción europeos. El último golpe es la retirada de aranceles a las importaciones de Ucrania, lo que presiona las cotizaciones en origen a la baja.

Asimismo, la organización agraria insta a las cadenas de distribución a que prioricen en sus puntos de venta la miel europea a la importada de China para beneficiar la rentabilidad de los apicultores y evitar el fraude a los consumidores. Una investigación de la propia Comisión Europea constata que el 74% de las muestras de miel china importadas a la UE eran sospechosas de incumplir las normas comunitarias, en particular por estar transformadas de manera artificial e incorporar jarabe de azúcar, lo que permite reducir sus costes de producción y hacer llegar el producto cuatro veces más barato de media que la miel europea que sí cumple todas las exigencias establecidas. 

AVA-ASAJA se suma a la reivindicación lanzada por la organización agraria francesa FNSEA al solicitar a la distribución que retire de sus lineales la miel china, para otorgar protagonismo a la miel europea, y que especifique claramente en el etiquetado el origen de la miel y, en su caso, los porcentajes de orígenes en las mezclas de mieles.

El responsable de la sectorial apícola de AVA-ASAJA, Pascual del Valle, defiende que “la miel producida en Europa es la mejor que hay, por los máximos estándares de calidad que garantiza, pero muchas veces los supermercados ofrecen mieles mezcladas con apenas un 3% de miel española para abaratar el bote. Esto desestabiliza la demanda, baja el precio al apicultor y pone en peligro la población de abejas. Pero, además, esta estrategia comercial alienta un engaño a los consumidores, que creen que están comprando una miel con todas las letras del nombre, cuando realmente buena parte de ese producto es jarabe de azúcar”. 

Por su parte, el apicultor de AVA-ASAJA Diego del Valle subraya “la indefensión que percibimos de todas las administraciones, sobre todo de la europea, que no solo no apoyan al sector apícola, sino que facilitan tratados con países terceros con los que, por sus menores costes y exigencias, no podemos competir. Estamos al borde del colapso. Y se está poniendo en peligro el futuro de las colmenas de abejas que resultan esenciales para la polinización y el medioambiente”.